Luce México como un nuevo Brasil |
En años recientes, los mexicanos observaron con envidia al tiempo que los brasileños ganaron una reputación como el pueblo elegido de Latinoamérica. Con una economía que crecía vertiginosamente y un lugar en el escenario mundial, Brasil era el país al borde de la grandeza, mientras que México permanecía atorado en el derramamiento de sangre y la miseria.
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Pero la dinámica entre las naciones puede cambiar de repente: el año pasado, la economía mexicana creció más rápido que la de Brasil, y parece lista para rebasarla nuevamente en el 2012.
El desaceleramiento de Brasil puede atribuirse a los consumidores agobiados por las deudas y la erosión de la producción industrial, que está atada a la fuerza de la moneda brasileña. Además, el crecimiento global cada vez más lento, particularmente en China, ha hecho caer los precios de las exportaciones de Brasil.
Entre tanto, las fábricas mexicanas exportan cantidades récord de televisores, autos, computadoras y electrodomésticos, lo cual ha impulsado una modesta expansión.
La economía en fortalecimiento de México está detrás de la elegante imagen en exhibición ahora que el Presidente Felipe Calderón fungió como anfitrión del Grupo de 20 líderes de importantes economías industrializadas y emergentes en el centro turístico playero de Los Cabos, el 18 y 19 de junio.
A diferencia de la crisis en expansión en la zona del euro, México puede apuntar a 17 años de estabilidad macroeconómica, una inflación baja, una deuda manejable, una economía abierta y una competitividad creciente. El PIB avanzó 3.9 por ciento el año pasado, lo que rebasó el crecimiento de Brasil del 2.7 por ciento.
Nissan, Mazda y Honda anunciaron que construirán nuevas plantas en México, y nuevas inversiones en las industrias aeroespacial y electrónica están también en el horizonte.
Brasil y México tienen enfoques distintos al desarrollo. México se dedica a los mercados abiertos, el libre comercio y la desregulación. El Gobierno de Brasil interviene a través de grandes compañías paraestatales.
Y el auge de China ha afectado a Brasil y México en maneras opuestas. China compite con México y le compra a Brasil. Pero incluso ahora que los vientos cambian a su favor, los mexicanos están tan pesimistas que no lo ven, afirman los analistas.
Una razón por el malestar es la guerra contra las drogas en México. Aunque la tasa de homicidios de Brasil es superior a la de México, la sangrienta naturaleza de los asesinatos en México y el uso de Calderón de las fuerzas armadas para combatir a los traficantes han enfocado más atención en el saldo mortal en el país.
La Secretaría de Hacienda de México calcula que la violencia le resta al menos 1 punto porcentual al crecimiento del PIB.
La pregunta ahora es cómo encontrarán México y Brasil la manera de avanzar más, dijo Shannon K. O'Neill, analista en el Consejo sobre Relaciones Exteriores.
"Tratar de subir de un PIB per cápita de 5 mil dólares a 10 mil dólares es mucho más fácil que aumentarlo de 10 mil a 20 mil dólares", señaló. "Creo que ése es el reto que enfrentan ambos".
Elisabeth Malkin reportó desde la Ciudad de México, y Simon Romero desde Río de Janeiro.
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