Resurge debate por agentes armados de EU en México |
A pesar de ser uno de los convenios binacionales más promocionados entre Estados Unidos y México probablemente usted nunca lo ha oído mencionar. Durante más de un año, ha permanecido abierto un módulo de la aduana mexicana en Aeropuerto Internacional de Laredo, el único puerto aéreo estadounidense donde funcionarios mexicanos revisan cargamentos con destino al sur de la frontera.
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Si bien funcionarios de Laredo han alabado el hecho como indicio de cooperación entre ambos países, se ha acallado la celebración desde la inauguración que tuvo lugar en la terminal aérea, más que nada debido a las demoras en el establecimiento de módulos similares en México. A los funcionarios mexicanos les gustaría contar con el mismo tipo de trámite aduanal, pero el tema de agentes estadounidenses armados está frenando los avances.
Los policías norteamericanos portando armas en México han sido tema delicado entre ambos países desde hace largo tiempo. La polémica alcanzó niveles muy altos tras el homicidio de Jaime J. Zapata, un agente de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos nacido en Brownsville y que trabajaba en México y falleció en el 2011. Zapata resultó fatalmente herido durante una emboscada vehicular en una carretera del centro de México. Su compañero, el paseño Víctor Ávila, quedó lesionado a raíz del ataque. Ninguno de ellos iba armado, en acatamiento de las leyes mexicanas.
Para México, se trata de una cuestión de soberanía. No obstante los años de derramamiento de sangre por la violencia asociada con las drogas, México es uno de los países en los cuales más se dificulta obtener legalmente una pistola.
Carlos. R. Villarreal, el administrador del gobierno de la Ciudad de Laredo, dijo existir razones para esperar que se dé un gran avance. Cuando el tema de los agentes armados en México se tocó durante un reciente encuentro con funcionarios comerciales registrado en Washington, Villarreal señaló haber sido notificado que funcionarios mexicanos estaban tratando de reformar las leyes a fin de que los agentes aduanales de Estados Unidos puedan portar armas.
“Es el único tema que está pendiente”, explicó.
Funcionarios de la Embajada de México en Washington no contestaron las llamadas telefónicas o los e-mails donde se solicitaban comentarios.
Con el sistema funcionando en el aeropuerto de Laredo, en dicha ciudad se revisan los productos antes de viajar por aire directamente hasta sus destinos en México. Antes, los cargamentos que se dirigían a México tenían que llegar a algún aeropuerto internacional situado en dicho país que contara con inspecciones antes de encaminarse a su destino final, dijo Villarreal. “Esto está cambiando la manera en la cual hacemos negocios con México”, explicó, añadiendo que a varias compañías les interesaba emplear el módulo de Laredo debido a que les permitiría trasladar por aire su cargamento hasta México en vez de llevarlo por carretera.
La mayor parte de la mercancía que se tramita en el aeropuerto son productos electrónicos, dijo, pero con la reforma energética propuesta en México, el aeropuerto podría convertirse en importante punto de embarque para equipo de perforaciones y extracciones.
Lo anterior sólo incrementaría la reputación que la región tiene como centro internacional de comercio.
La ciudad situada en el sur texano es sede del puerto terrestre con mayor tráfico en Estados Unidos. Tan sólo durante enero, el distrito aduanal de Laredo registró aproximadamente 20 billones de dólares en transacciones comerciales en ambos sentidos con México, de acuerdo a WorldCity, la compañía con matriz en Florida que utiliza datos del censo para determinar los patrones de comercialización. Dicha cifra representó alrededor de la mitad de los 41 billones que Estados Unidos tuvo ese mes en comercio general con su vecino del Sur.
El representante federal demócrata por Laredo Henry Cuéllar lleva más de cinco años tratando el tema del módulo de inspecciones con funcionarios mexicanos municipales y federales y reconoció a Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, el ex director del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México, la dependencia federal que supervisa las leyes fiscales y aduaneras, por su trabajo en el proyecto. Pero añadió que a México lo que más le convenía era permitir el ingreso de los agentes estadounidenses.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha estado hablando sobre competitividad económica mundial, dijo Cuéllar, añadiendo que mejorar el flujo de productos a través de la frontera podría representar una parte crucial. Varios expertos en comercialización consideran el módulo de inspecciones en el aeropuerto como un paso positivo capaz de alterar el comercio transfronterizo.
“Creo que fue una decisión inteligente seguir adelante con el módulo en Laredo”, dijo Christopher Wilson, investigador del Instituto México en el Centro para Estudiosos Woodrow Wilson especializado en el Tratado de Libreo Comercio de América del Norte y la economía fronteriza. “Demuestra que puede haber progreso, que pueden hallarse soluciones de cooperación para algunos de estos complicados temas de soberanía que surgen en cuanto uno profundiza el nivel de cooperación en las medidas de seguridad y administración fronteriza”.
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