Síntesis
Fecha: 05/06/2014

Fuente : EL UNIVERSAL
Sección : CARTERA
Entrevista."México debe ver más hacia América Latina"
Para que realmente haya efectividad de la Reforma Hacendaria, aprobada en México, ésta debe mostrar tener efectos multiplicadores y generar desarrollo al país, porque por ahora se ve que en el país se aplican cambios y modificaciones o se negocian acuerdos comerciales basados en lo que piensa Estados Unidos, aseguró el secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), Mukhisa Kituyi.

En entrevista con EL UNIVERSAL, aseguró que en el caso del comercio exterior son otros países los que definen la agenda mexicana; por ejemplo, en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) son las economías de Estados Unidos, Canadá y los países del Sudeste asiático las que definieron más los temas de interés.
Por ejemplo, en lugar de verse temas de eliminación de subsidios a la agricultura, se discuten reglas, propiedad intelectual y regulación, que son los que interesan a los países desarrollados. Así que la UNCTAD considera que lo mejor sería seguir buscando acuerdos multilaterales en lugar de los regionales, añadió.
“Acuerdos como el TPP dan más énfasis a la regulación y a la protección de los derechos de propiedad intelectual, pero se dejan de lado los temas de subsidios, que deben ser los que más interesen a los países emergentes”, explicó.
Dijo que México debiera preocuparse por integrarse más a América Latina, donde hay un gran mercado potencial de bienes y de servicios.
Aunque dijo que es interesante el acuerdo comercial que conformaron México con Chile, Colombia y Perú en la llamada Alianza del Pacífico, aseguró que es mínimo el esfuerzo en comparación con el número de integrantes que hay en otros tratados como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
De todas maneras existe el potencial de crear un mercado con más de 600 millones de habitantes y “es un fenómeno que no se ha podido aterrizar adecuadamente”, a pesar de que la integración de la región tiene mucho potencial para expandir el mercado, dentro y fuera, y desarrollar más los servicios.
Entre las carencias más notables de México y de la región están los bajos niveles de inversión en infraestructura, porque en Latinoamérica apenas llegan a 3% del Producto Interno Bruto (PIB), la mitad de lo que hace India o una tercera parte de lo que se invierte en China.
Aseguró que actualmente estamos en una nueva normalidad económica mundial en la que debe haber más regulación, sobre todo en el sector financiero, que por muchos años definió sus reglas y a la hora de la crisis no mostró tener resilencia a los problemas.
La crisis de 2008-2009 fue un “llamado a despertar” en todos los países y esto debe aprovecharse para aprender de lo que pasó, además de prepararse porque la realidad actual cambiará las condiciones que tuvieron los países emergentes en esos momentos. Por ejemplo, los precios de los commodities ya no son tan altos como antes.
¿Las economías emergentes son más fuertes que las desarrolladas, como se vio en la crisis del 2008-2009?
La mayoría de las economías en desarrollo, incluyendo las latinoamericanas, lograron tener una estabilidad macroeconómica que les permitió mantener los déficits en niveles bajos y redujo la vulnerabilidad ante choques externos.
Pero, a pesar que las economías emergentes continúan atrayendo la Inversión Extranjera Directa durante la crisis y de que los países desarrollados mandaron gran parte de su capital a naciones menos desarrolladas, lo que vemos es que hubo sectores que fueron los que sostuvieron el crecimiento durante la crisis.
Hay tres cosas que se observaron: lo primero es que se estaban apoyando en el mercado de las materias primas, las cuales tuvieron altos precios durante la crisis, pero ahora estamos viendo un declive de los precios de algunos commodities y estabilización en otros, lo que genera vulnerabilidad porque hay una dependencia de las exportaciones de materias primas, no hay diversificación.
Segundo, hubo un fenómeno de que, a pesar de que hay una relativa dependencia financieramente de los países emergentes, están ligados a los desarrollados. Las políticas financieras que aplican los países desarrollados tienen consecuencias en los mercados. Se ha visto que cuando la Fed cambia la política monetaria o emite bonos inmediatamente los especuladores hacen movimientos que afectaron o beneficiaron a los países emergentes. La consecuencia es que los gobiernos de los países emergentes para reducir las afectaciones de esos movimientos bruscos incrementaron las tasas de interés, entre otros cambios que apreciaron sus monedas.
Tercera, el impacto fue menor a lo que hubiera pasado 20 años atrás, por la mayor estabilidad macroestabilidad económica. Así llegamos a una nueva estabilidad global.
¿Es la nueva normalidad económica?, ¿no regresaremos a los niveles precrisis?
La nueva normalidad es otra, no regresaremos a lo visto en el 2008, a mercados financieros totalmente desregulados o fondos de portafolios que especulaban o cuando se dejaba a que los mercados se regularan libremente. O a bajos niveles de resilencia de la banca. Eso no debería ser la meta. El nuevo foco debiera ser un crecimiento sustentable y sostenible, que mitigue el daño climático, debe buscarse algo mejor a lo visto en 2008.
¿La crisis fue como un temblor que movió al mundo a algo nuevo?
Sí, fue una llamada para despertar a mucha gente que vivía en torno a prácticas poco sostenibles, que solamente buscan satisfacer sus necesidades, pero no veían cómo tener un entorno sustentable.
¿Desde fuera cómo se ve a México y a Latinoamérica?
El potencial de crear un mercado con 600 millones de latinos es un fenómeno que no se ha podido aterrizar adecuadamente. La integración de la región tiene un mayor potencial, expandir el mercado, dentro y fuera. Desarrollar más el mercado y los servicios. La región invierte 3% del PIB en infrestructura, la mitad de lo que hace India o una tercera parte de China.
La infraestructura física es crítica para que la región crezca más y mejor, que sea más independiente para su crecimiento.
¿Qué pasa con México?
En cierto sentido pasa lo mismo que en Latinoamérica, pero el principal reto es sortear con la dinámica de la región de América del Norte, porque los países vecinos, que son los motores del crecimiento de la economía mexicana, están negociando acuerdos con otros países, por ejemplo, el TPP, y los puntos clave son propiedad intelectual y regulación, pero no se habla del desarrollo ni de quitar subsidios.
El principal interés de México, por ejemplo, en agricultura, es que se eliminen los subsidios al sector agrícola estadounidense. Pero lo que es bueno en el contexto de las negociaciones de otros países y para los inversionistas es que en la mesa de las negociaciones se pongan los temas de regulación y propiedad intelectual; en eso se pone el énfasis en qué tienen que hacer los gobiernos para que no se violen los derechos de propiedad intelectual y que las disputas se resolverán bien para el interés de los inversionistas.
Pero ese no es el lenguaje de la integración para el desarrollo. Si se quisiera el desarrollo vía el comercio, esto tendría que ver con acceso al mercado de los menos desarrollados. Es acerca de tomar medidas para ayudar a que sean más competitivos los países y eso no se incluye en las negociaciones plurilaterales.
México ha estado muy expuesto a ambientes muy competidos, además de sus vecinos, y eso le permitirá ser de los países más competitivos de Latinoamérica. Está la ventaja del idioma, tienen similares expectativas y actitudes, y hay cercanía. Puede ser líder en el desarrollo de sectores, en infraestructura.
¿Cómo si fuera el gran hermano?
No como el gran hermano, solamente como el hermano con más músculos.
¿Las reformas hechas en México y en Latinoamérica ayudarán al desarrollo?
Pueden ayudar en alguna manera, pero el problema es que si haces reformas, particularmente como la hecha al régimen fiscal, las nomenclaturas aduaneras y las categorías de impuestos son muy distintas a lo que estamos haciendo. Entonces esas modificaciones no pueden aplicarse apropiadamente. Se busca la cuadratura al círculo.
La armonización de los regímenes fiscales son importantes si tienen efectos multiplicadores y cómo lo garantizas, es decir, cómo haces las reformas, no poniendo solamente el enfoque hacia América del Norte, sino que vaya hacia una integración latinoamericana.
¿Cómo balancear que las reformas beneficien a todos?
En ninguna nación hay un grupo que monopolice el saber a dónde se debe llevar el país y cómo se llevará. Uno de los retos del gobierno es incluir políticas que integren los puntos de vista de la academia, sector público, privado, políticos, y todos los diferentes sectores deben de tomar las decisiones nacionales, porque el presidente no posee las respuestas, por eso tiene que trabajar en un consenso.
El reto es ser inclusivo para definir cuáles son las prioridades y todos deben de trabajar en definirlas. Es algo difícil, pero hay que despolitizar la política.
¿La Alianza del Pacífico, en la que participan Chile, Colombia, Perú y México, podría ser el camino para integrar a Latinoamérica?
Estos son tres miembros de una asociación que debiera tener más miembros. Veamos el Acuerdo de Asociación Transpacífico: los principales motores del TPP son Estados Unidos, los países del este de Asia, Malasia, Indonesia y todos estos países ricos; China podría incluirse. Creo que ese acceso entre Estados Unidos, Canadá y el este de Asia es más poderoso que lo que están haciendo los cuatro países latinoamericanos de la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia, Perú y México.
Se dice que el TPP crea desventajas a la planta productiva mexicana, sobre todo porque México es un país emergente que debe competir con países desarrollados como Estados Unidos y Canadá
La preocupación y la creencia de la UNCTAD es que el multilateralismo es siempre mejor para las naciones en desarrollo que el plurilateralismo. Negociar de una manera inclusiva trae más desarrollo. Acuerdos como el TPP dan más énfasis a la regulación y a la protección de los derechos de propiedad intelectual. Pero se dejan de lado los temas de subsidios, que deben ser los que más interesen a los países emergentes.
¿Las reformas hechas en México atraerán más inversión extranjera al país?
Absolutamente. Lo que yo sugiero es que la posición geográfica de México es una ventaja, porque es parte de Latinoamérica y su posición de economía más competitiva le da un rol de ser la guía de Latinoamérica.


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Referencia en internet:
http://www.eluniversal.com.mx/finanzas-cartera/2014/impreso/-8220mexico-debe-ver-mas-hacia-america-latina-8221-110002.html